Nutrición infantil: Más allá de los básicos para pequeños deportistas

¡Hola! Soy Alejandro Nieto Galera, Dietista y Nutricionista y en nuestro blog, siempre hablamos de cómo optimizar el rendimiento deportivo a través de la nutrición. Pero hoy, quiero enfocarme en la base de todo: la nutrición en la infancia, especialmente para aquellos pequeños atletas que están construyendo los cimientos de su futuro.

La nutrición en los primeros años de vida no solo es crucial para el crecimiento y desarrollo, sino que también establece hábitos que perdurarán en la edad adulta. Para los niños y adolescentes que practican deportes, esta importancia se multiplica.

El panorama actual: Un vistazo a las estadísticas de 2025

Los datos recientes nos muestran un panorama complejo en la nutrición infantil. Según un reporte de UNICEF, al menos 14 millones de niños se verán afectados por interrupciones en servicios de nutrición críticos en 2025. Esto subraya la necesidad de que, como padres, educadores y profesionales de la salud, estemos más atentos que nunca a la dieta de los niños.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que, a pesar de los esfuerzos, el sobrepeso y la obesidad infantil siguen siendo un desafío global. En 2022, más de 390 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años tenían sobrepeso, de los cuales 160 millones eran obesos.

Estas cifras no solo representan un problema de salud actual, sino que también hipotecan la salud futura. Como nutricionista deportivo, sé que una alimentación inadecuada en la niñez puede llevar a problemas de rendimiento, lesiones y, a largo plazo, enfermedades crónicas.

¿Qué necesita un joven deportista?

Un niño deportista no es un adulto pequeño. Sus necesidades nutricionales son únicas. Requieren más energía y nutrientes para apoyar el crecimiento, la maduración y la actividad física.

  1. Carbohidratos: El combustible principal. Son la principal fuente de energía para el cerebro y los músculos. Un joven atleta necesita carbohidratos complejos como los que se encuentran en los cereales integrales, frutas y verduras, para mantener niveles de energía estables durante el entrenamiento y la competencia.
  2. Proteínas: Los ladrillos del cuerpo. Esenciales para la reparación y el crecimiento muscular. Fuentes como carnes magras, pescado, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos son vitales.
  3. Grasas saludables: La energía de reserva. Juegan un rol importante en el desarrollo cerebral y hormonal. Alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado graso son excelentes fuentes.
  4. Hidratación: La clave para el rendimiento. La deshidratación puede afectar gravemente la concentración y el rendimiento físico. Es crucial que los niños beban agua antes, durante y después del ejercicio. Para actividades de más de una hora, las bebidas deportivas pueden ser útiles para reponer electrolitos y carbohidratos, pero siempre bajo supervisión.

Un llamado a la acción para los padres

Como padres, tenemos el poder de ser los mejores entrenadores de nutrición de nuestros hijos. Fomentar una alimentación variada, enseñarles a escuchar a su cuerpo y modelar hábitos saludables son las mejores herramientas que podemos darles.

Si tienes un hijo o hija que practica deportes y te sientes abrumado por las necesidades nutricionales, no estás solo. La nutrición deportiva infantil es un campo específico y una consulta profesional puede marcar una gran diferencia.

¡Invita a tus hijos a la cocina, hagan del plato un arcoíris de colores y celebremos juntos el poder de una buena nutrición para construir campeones dentro y fuera del campo!